La carne cuidadosamente curada con sal, la justa. El ahumado que se hace con paciencia, con cariño, con mimo. Como plato principal o para acompañar una picada de esas bien variadas, que cubren todos los gustos. Imperdible, sin duda alguna, e ideal para consumir con un suave pan casero con hierbas. Un bocatto di cardenale, para los comensales más exigentes.
Siempre hay un momento chill, no importa cuando. Fratello está allí para ayudarte a disfrutarlo.